RECORDS



Los récords del mundo de atletismo masculino son reconocidos oficialmente por la IAAF desde 1912. Antes de esa fecha, las marcas de los atletas eran establecidas sin ninguna garantía de cumplimiento de una normativa unificada, y sin reglamentos específicos para cada prueba. La primera lista de récords se publica por primera vez en 1914 y está integrada por 53 récords de carreras a pie, 30 récords de marcha y 12 récords de concursos. En 1936, los resultados de las mujeres se transmiten a su vez por la IAAF. Estos se regían anteriormente por la FSFI, una federación de mujeres autónoma. Desde 1987, la Federación Internacional de Atletismo tiene en cuenta las pruebas disputadas en sala. En la actualidad, casi una cincuentena de pruebas atléticas (incluyendo 22 para las mujeres) están reconocidas a nivel mundial, continental o nacional. Las pruebas que no son reconocidas se consideran como «mejores marcas».

La aprobación, denominada técnicamente homologación, de un récord está sujeta al cumplimiento de una serie de normas. Este registro debe ser establecido durante una reunión o un evento inscrito en el calendario previsto y respetar las reglas de la Federación Internacional. Las carreras se cronometran de forma electrónica y el viento que pueden favorecer u oponerse a los corredores teniéndose en cuenta para su validez. El límite de viento es de 2 m positivos (es decir, en la dirección de la carrera) por segundo. También se requiere para su homologación la realización de un control antidoping posteriormente a la realización de la marca. La demanda de homologación se realizará dentro de los treinta días siguientes a la celebración de la prueba por la federación miembro de la IAAF en representación del país donde se estableció la marca. Los organizadores de las reuniones utilizan a menudo lo que se llama una «liebre» en las carreras de fondo. Estos atletas deben dar a la carrera un ritmo suficiente y cumplir con los tiempos de paso previamente definidos, para permitir a los campeones batir su récord. En este caso, las «liebres» reciben bonos de rendimiento. En 1997, en una reunión en Roma, el keniano William Tanui ganó la suma de 15.000 dólares por haber participado en el récord mundial de la milla como una «liebre».101

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